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¿Qué se nos manda hacer en cuanto a la Cena del Señor?

Verso clave:

"Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que venga". 1 Corintios 11:26.

Origen de la Cena del Señor

La Cena del Señor fue instituida en la noche de la celebración de la Pascua, la celebración anual de cuando el ángel de la muerte pasó sobre Egipto.

"Y como fué hora, sentóse á la mesa, y con él los apóstoles. Y les dijo: En gran manera he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca; Porque os digo que no comeré más de ella, hasta que se cumpla en el reino de Dios". Lucas 22:14-16.

Después que la cena de la Pascua fue comida, nuestro Señor instituyo la Cena del Señor.

"Y tomando el vaso, habiendo dado gracias, dijo: Tomad esto, y partidlo entre vosotros; Porque os digo, que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. Y tomando el pan, habiendo dado gracias, partió, y les dió, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado: haced esto en memoria de mí. Asimismo también el vaso, después que hubo cenado, diciendo: Este vaso es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama". Lucas 22:17-20.

La Cena del Señor es un estatuto perpetuo hasta su cumplimiento en el Reino de Dios. Jesucristo se convirtió en la pascua y fue muerto el mismo día que el ángel de la muerte pasó sobre Egipto. El día en que la Pascua originalmente se produjo fue el día catorce del primer mes del año hebreo y fue observada anualmente.

"En el mes primero, el día catorce del mes por la tarde, comeréis los panes sin levadura, hasta el veintiuno del mes por la tarde". Éxodo 12:18.

El ejemplo que Jesús dio es el que nosotros seguimos, una vez al año a los catorce días del mes primero.

Necesidad de la Cena del Señor

Jesús dejó muy en claro que la observancia de la Cena del Señor es necesaria para la salvación.

"Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero". Juan 6:53-54.

Se nos dice que debemos quitar la levadura del pecado antes de participar de la Cena del Señor. El acto de participar de los emblemas de la Cena del Señor por sí mismos no hacen nada. Debemos hacer todo lo posible para guardar los mandamientos de Dios y seguir el ejemplo de Cristo para que la Cena del Señor tenga sentido.

"No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiad pues la vieja levadura, para que seáis nueva masa, como sois sin levadura: porque nuestra pascua, que es Cristo, fué sacrificada por nosotros. Así que hagamos fiesta, no en la vieja levadura, ni en la levadura de malicia y de maldad, sino en ázimos de sinceridad y de verdad". 1 Corintios 5:6-8.

Procedimiento

Antes de observar la Cena del Señor, debemos estar listos para participar de los emblemas del cuerpo y la sangre de nuestro Salvador. El proceso de examinarnos a nosotros mismos es muy importante, porque si participamos del cuerpo y la sangre de Jesús indignamente, tendrá efectos perjudiciales sobre nosotros.

De manera que, cualquiera que comiere este pan ó bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.

"Por tanto, pruébese cada uno á sí mismo, y coma así de aquel pan, y beba de aquella copa. Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del Señor. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen. Que si nos examinásemos á nosotros mismos, cierto no seríamos juzgados".  1 Corintios 11:27-31.

Como parte del proceso para estar listo y participar de los emblemas, seguimos el ejemplo de Jesús humillándonos, y lavándonos los pies unos a otros. Esto se hace ciñéndonos con una toalla, y lavando los pies de alguien más y que nos laven a nosotros. Jesús nos dijo que siguiéramos su ejemplo he hiciéramos esto.

"Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó á lavar los pies de los discípulos, y á limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido. Entonces vino á Simón Pedro; y Pedro le dice: ¿Señor, tú me lavas los pies? Respondió Jesús, y díjole: Lo que yo hago, tú no entiendes ahora; mas lo entenderás después. Dícele Pedro: No me lavarás los pies jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. Dícele Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, mas aun las manos y la cabeza. Dícele Jesús: El que está lavado, no necesita sino que lave los pies, mas está todo limpio: y vosotros limpios estáis, aunque no todos. Porque sabía quién le había de entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos. Así que, después que les hubo lavado los pies, y tomado su ropa, volviéndose á sentar á la mesa, díjoles: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis, Maestro, y, Señor: y decís bien; porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos á los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis". Juan 13:5-15.

Después del lavatorio de pies, participamos de los emblemas que representan el cuerpo y la sangre de Jesús. En primer lugar, se toma el pan sin levadura y se ora por él. Entonces se parte y se divide entre los participantes. El pan sin levadura representa el cuerpo sin pecado de Jesús. La levadura representa el pecado.

"Así que hagamos fiesta, no en la vieja levadura, ni en la levadura de malicia y de maldad, sino en ázimos de sinceridad y de verdad". 1 Corintios 5:8.

"… tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dió á sus discípulos, y dijo: Tomad, comed. esto es mi cuerpo". Mateo 26:26.

A continuación, tomó el jugo de uva, el fruto de la vid, lo bendijo y lo dio a sus discípulos. Esto representa la sangre sin pecado de Jesús, por lo que no debe tener levadura en ella. Es por eso que no debe tener alcohol.

"Y tomando el vaso, y hechas gracias, les dió, diciendo: Bebed de él todos; Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados". Mateo 26:27-28.

Nosotros hacemos esto como Jesús nos ordenó que se hiciera.

Conclusión

Nuestro Señor Jesucristo nos ha dado ejemplo. La Cena del Señor debe ser observada hasta que Cristo regrese y complete el reino de Dios. Debe observarse anualmente, al comienzo del día catorce del primer mes, Abib, por la noche. La luna nueva más cercana al equinoccio vernal determina el primer día del mes de Abib. Los seguidores de Cristo han de participar de los emblemas de la Cena del Señor en el día catorce de este mes después de examinarse a sí mismos para asegurarse que son dignos.

La Iglesia de Dios publica cada año en la edición de enero del Abogado de la Verdad, la fecha que corresponde al día catorce del primer mes, Abib.

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