Simón Pedro, el apóstol, fue uno de los personajes más sobresalientes en los inicios del evangelio y uno de los discípulos más cercanos al Señor Jesucristo. Rudo de personalidad, tal vez por su oficio de pescador, pero lleno de muchas cualidades: impulsivo pero noble a la vez, entendido, humilde y obediente; Era un hombre muy observador, lo cual le ayudó a percibir la grandeza y majestad del Señor Jesucristo, y poder identificarlo como el Hijo de Dios con la ayuda del Padre Celestial. (Mateo 16:16).

Pedro siempre exhibió un gran respeto y temor hacia el Señor Jesucristo, quien a su vez lo procuró mucho y lo hizo partícipe en muchos eventos particulares en compañía de Andrés, Jacobo y de Juan su hermano:

No miremos a Pedro con tendencias humanas, sino aprendamos de él, pues pudiera ser que nosotros también estuviéramos negando al Señor en alguna manera. 

Recordemos las palabras del apóstol Pablo en Tito 1:16,  "Profésanse conocer a Dios, mas con los hechos lo niegan…".

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